jueves, 7 de abril de 2011

De Gabriel a Jueves, Juan Flahn


Jueves es un reputado profesor de la universidad y tiene todo lo que cualquiera desearía, hasta que el comentario de un amigo suyo salta como un resorte en su mente que le conduce a requerir los servicios de un chapero tras otro, por pura diversión y por necesidad de conocerlos, de catalogarlos y encontrar en ellos un ídolo del que enamorarse.

Una obsesión irá deshumanizando al personaje hasta desdibujar las líneas entre el chapero y el cliente para hacerse un hueco en una relación imposible.

"Faltaban dos horas y media para el encuentro y me quedé todo ese tiempo paseando de un lado para otro, nervioso, intranquilo, sin hacer nada de provecho, ni seguir embalando, ni navegando por Internet, ni ver la tele, nada."

Entrada relacionada: Entrevista a Juan Flahn sobre De Gabriel a Jueves.

Observaciones: Egales, 2010.

Sinopsis (editorial): Una frase al azar, dicha por un amigo del protagonista, «A veces cuando vuelvo de marcha llamo a un chapero para follar», será el punto de partida y el detonante de una espiral de sexo anónimo que, a lo largo de diez años y cientos de encuentros sexuales de pago, nos llevará hacia la pérdida de la identidad y la disolución del yo. Un viaje sin retorno a través de operaciones de estética, citas por Internet, encuentros en saunas, moteles de carretera, ciclos de hormonas y física cuántica, donde la carcajada muchas veces queda congelada en una mueca trágica.

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