jueves, 18 de febrero de 2010

Soy gay por la gracia de Dios, Miguel Manrique


El padre Carlos llega al pueblo de Vallegrande con aires de cambio y renovación desde el templo a los feligreses de este pequeño pueblo. Pronto será reconocido por sus habitantes por poner en marcha un programa social desarrollado en una granja para que las personas se labren un nuevo futuro.

Pero el rumor de la homosexualidad del cura saldrá a la luz y con ella una llamada de atención por parte de la jerarquía eclesiástica, es decir, dejará de ser cura aunque esta no será razón para continuar con su obra y lucha. ¿Lo conseguirá?

Caía la noche y ni el frío ni la amenaza de nevada desanimaban a los que habían venido a apoyar al cura maricón y que dejaron de atacar a las jerarquías eclesiásticas, no sólo por indicación del apoyado sino por inteligencia propia.

Puntuación: Con una prosa muy detallada y unos personajes muy bien caracterizados Miguel Manrique conseguirá robarle alguna que otra sonrisa al lector.

Observaciones: Odisea editorial, 2008.

Sinopsis: La placidez y tranquilidad de Vallegrande, un pueblo de la España profunda, quedan sensiblemente trastocadas con la llegada del nuevo párroco, acompañado por una extraña corte de drogadictos, maleantes y prostitutas. El nuevo cura hará gala de una personalidad poco común, llegando a defender públicamente su sexualidad y convirtiéndose en uno de los protagonistas más queridos –y denostados– de la farándula mediática nacional. Pero, desgraciadamente, tanta popularidad le acarreará la suspensión a divinis por parte de sus superiores, que ven en sus rarezas el síntoma inequívoco de una personalidad frívola y depravada. Un argumento combativo, una trama que combina motivos carnales y espirituales hacen de esta novela una lectura entretenida y amena, a la vez de morbosa y apasionante.

Miguel Manrique nos presenta su nueva novela, Soy gay por la gracia de Dios, una entretenida narración con todo el sabor del género periodístico y tintes tragicómicos que atrapa al lector desde la primera página. Inspirada en los hechos que conmocionaron a la jerarquía eclesiástica de nuestro país hace ya algunos años, sazonada de divertidas situaciones, narra la accidentada vida de un todavía joven y atractivo párroco capaz de encender las más ardientes pasiones en los corazones de sus feligresas… y feligreses. En desacuerdo con ciertos preceptos de la Iglesia, que considera meras invenciones de ésta para su beneficio propio, el tierno y sugerente párroco acabará, no por colgar los hábitos, sino por arremangárselos.

Tal actitud terminará por encender la mecha de una bomba mediática que dejará los prejuicios de unos y los principios de otros hechos añicos. La polvorienta y olvidada aldea de Vallegrande, en donde el padre Carlos supervisa un centro de reinserción, es invadida por una cuadrilla de periodistas ávidos de personajes extravagantes –como, por ejemplo, un cura marica y medio rojo– con los que alimentar el batiburrillo amarillista nacional. Esto provocará las iras de los superiores del padre Carlos, que luchará contra tirios y troyanos pidiendo a gritos, como quien dice, que una buena suspensión de sus oficios lo mande de vacaciones a Benidorm.

En fin, una novela entretenidísima, llena de momentazos –incluida visita a cierto local sórdido de Chueca– en los que nunca falta el morbo: un morbo sacro, divino, que te elevará, cual ánima serafina, a los back rooms del reino de los cielos.

Bio: Miguel Manrique

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