Esa hora tan inquieta, Madol Farrés
Una gran historia de amor entre dos frailes agustinos en la Edad Media. En el siglo XIV, dos frailes jóvenes, Galzeran de Monsingle y Berenguer de Vallclara, de origen noble, coinciden en el monasterio agustino de Sant Llorenç. Uno es médico; el otro, traductor, y ambos deben trabajar juntos. Los dos han llegado al monasterio con un pasado a cuestas, y cuando entre ellos surge el deseo y el amor se debaten entre la atracción que sienten y su conciencia religiosa. Al mismo tiempo, los conflictos familiares, el cisma de Occidente, la amenaza de un rebrote de peste y los entresijos del propio monasterio sirven de marco a esa gran historia perfectamente ambientada, riguros en sus contenidos y escrita de forma bellísima.
Ojos de agua, Domingo Villar
ntre el aroma del mar y de los pinos gallegos, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, ha aparecido asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el músico muerto no mantiene una relación estable y la casa, limpia de huellas, no muestra más que partituras ordenadas en los estantes, saxofones colgados en las paredes y el libro -ya un clásico- de un gran filósofo del siglo XX sobre la mesilla de noche.
Leo Caldas, el solitario inspector de policía que compagina su trabajo en la comisaría con un consultorio radiofónico, se hará cargo de una investigación que le llevará de la bruma del anochecer al humo de las tabernas y los clubes de jazz.
Rafael Estévez, un aragonés para quien las cosas «simplemente son o no son», es su nuevo ayudante. Demasiado impetuoso para una Galicia irónica y ambigua, en la que todo se insinúa pero nada realmente se dice, y para el melancólico Leo, que busca entre sorbos de vino los fantasmas ocultos en los demás, mientras intenta sobrevivir a los suyos.
La verdad termina por aflorar gracias a la labor de la curiosa versión española de Sherlock Holmes y Watson que forman el tándem Caldas-Estévez, en una novela policiaca salpicada de humor, no necesariamente negro, con grandes dosis de suspense en la que los personajes se van componiendo a medida que hablan y actúan, llevándonos a desentrañar el secreto que esconden los Ojos de agua.
La montaña mágica, Thomas Mann
“La montaña mágica” no es sólo la mejor novela de Thomas Mann, sino también uno de los libros más importantes de todos los tiempos.
Esta novela es un impresionante fresco de la Europa de principios del siglo XX, y también una de las más profundas y agudas exploraciones de la condición humana.
La acción de esta novela transcurre en un sanatorio de tuberculosos de Zauberberg, que recientemente ha sido noticia por su cierre, donde coinciden dos primos de caracteres muy distintos. Más que los sucesos, el conocimiento con Claudia Chauchat o con una pareja de peculiares y enfrentados pensadores, los pequeños conflictos generados por la convivencia, el goteo constante de fallecimientos, etc., el interés de la novela reside en la perfecta reproducción de la vida interior, afectiva e intelectual, de la amplia galería de personajes que despliega Mann ante los ojos del lector, todos ellos perfectamente individualizados e interesantes por sí mismo.
El beso del horizonte, Marta Gómez Garrido
La vida de Carmen amenaza con desmoronarse después de conocer a su ídolo, una escritora llamada Mónica con la que establece una relación de dependencia basada en una amistad sospechosa.
La llegada de una desconocida con cuerpo de sirena terminará por convertir la vida de Carmen en un torrente de deseos y presunciones con un final inesperado.
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